En el mundo del motor hay un punto bastante claro y es que la calidad, se paga. BMW es considerada una marca ‘Premium’, significando que tiene cierto carácter exclusivo aunque a cambio te promete una calidad general por encima de la media y todo esto se refleja en los precios de sus coches.
Muchos juzgarán que ese precio de exclusividad no se justifica, aunque bajo mi punto de vista todo va a depender de las preferencias de cada uno. He tenido la oportunidad de montar en varios coches de la firma alemana y puedo decir que el pago sí que se justifica. Lo primero de todo porque sus motores son todo un ejemplo de ingeniería: eficientes, potentes, suaves y agradables de conducir. Las versiones diesel tienen, además el beneficio de consumos contenidos.
Lo segundo es porque la calidad percibida en el interior de un BMW es notable desde un Serie 1 a un X6. Quizá hay ciertos materiales que podrían mejorarse para aumentar su longevidad, pero por lo general pocas pegas se les pueden poner a este aspecto.
Por último, podemos hablar de los extras que visten nuestro vehículo de todas las comodidades y lujos que marcan la diferencia, y en este punto debo incidir en una cosa: el sobreprecio entre una versión equipada y otra no equipada puede ser exagerado, aunque las diferencias también lo son. De acuerdo, el coche es el mismo pero tiene matices que hacen de la experiencia de conducción otra cosa.
Si incidimos en la tecnología, personalmente he podido probar una versión equipada con ‘Head-Up display’, que refleja en el cristal información más que útil, ‘Soft-close’, que absorbe las puertas sin necesidad de cerrarlas con un golpe, arranque sin llave, luces bi-xenon, cuero, memoria para la postura de conducción (asientos + volante), pantalla multimedia, asistente de carril, asistente de aparcamiento, cámara de marcha atrás y de vista aérea, cambio automático de doble embrague y 8 marchas con levas en el volante, navegador, bluetooth y una larga lista de extras que sin duda son más que prohibitivos.
Lo primero que puedo decir es: ¡vaya lujo! Acto seguido pienso en la calidad/precio y empiezo a entender que la parte más lujosa y exclusiva se esconde no sólo en el logo, sino en estos extras que harán la diferencia entre un coche más o menos modesto bajo un emblema lujoso y un coche lujoso con todas las letras. Debo incidir en un aspecto, y es que si vamos a gamas altas, muchos de estos extras vienen ya incluidos en un precio más ‘exclusivo’.
Por estos motivos, BMW se convierte en una marca que mucha gente busca en el mercado de segunda mano y muchas veces podemos ver diferencias de precio considerables entre dos unidades similares. Todo depende de los extras que tienen. A medida que van pasando los años, los precios bajan y bajan, quizá no a la velocidad de depreciación natural de todos los vehículos, aunque también aquí pueden influir factores sobre el cuidado y mantenimiento de BMW. Entiendo que un usuario que tiene su coche con 3 años, pocos kilómetros, muchos extras y un cuidado más que exquisito, no quiera vender su coche por la mitad de precio.
No obstante, aunque tener un BMW sea difícil para la mayoría de bolsillos, sin duda se merece estar posicionada entre los mejores automóviles Premium y seguro que a sus clientes les ha merecido la pena el esfuerzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario